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sábado, 13 de octubre de 2012

La vida, cerca y lejos.

Hace mucho tiempo que no escribo nada en este blog, debía dejar pasar el tiempo.
Quería asentar emociones nuevas y antiguas.

Recuperar el control de mi vida que fue arrancado de mis manos por sentimientos incontrolados.

Han pasado ya 2 años de estos hechos y puedo decir con seguridad que lo he conseguido.

Y se ha debido únicamente a que...

He encontrado el amor. 

Ese que no puedes describir. 
Ese que es real hasta en los peores momentos.
Ese que te incapacita para seguir viviendo sino es en su compañía.
Ese del que no te cansas ni crea agobios.
Ese en el que no existe la sensación de compromiso, porque deseas de corazón pasar tu vida con dicha persona. Sin necesidad de papeles ni palabras. 

Oir su voz es tu cadena. 
Sus caricias tu condena.

He encontrado a ese ser para el que tú, eres todo lo que importa, aún cuando pensabas que todo el mundo era egoista.
Él te demuestra que no es así.
Que existen ángeles destinados a amar.
Y tú has tenido la suerte de que te haya elegido.

Porque si algo tienes claro es que no le has encontrado por tus propios medios, algo divino ha intervenido.
Tú no mereces ese amor, esa aceptación de tu pasado, al que no se da importancia. Ese amor que olvida de corazón. Y perdona hasta los momentos mas dolorosos.

Ese amor que puede ser cabezón en determinados momentos, pero que forma parte de su encanto.
Ese amor que te llena por completo, te invade de esperanza, fe, y calidez.

Ese que hace que tus amaneceres tengan un sentido.
Y cuando abres los ojos y te giras, lo ves.
Sientes su respiración y te preguntas qué estará soñando, pero sin ninguna otra finalidad que le de desear pertenecer a ese mundo en su cabeza, donde guarda sus recuerdos mas preciados.

Le miras y el tiempo se detiene.

A veces hasta tienes que acordarte de respirar, porque se te olvida.

Y entonces abre los ojos.

Se gira.

Te mira.

Y te dice:

-He soñado contigo.

Y lloras.

Porque acaba de traspasar con esas dulces palabras, todas las inseguridades, las dudas, los ¿que dirán? ¿como será nuestro futuro? y los "no tienes futuro con él" "estáis haciendoos mas daño que otra cosa"

Todo lo que no sea esa mirada no importa.

Sólo quieres poder contemplarla toda la vida.

Y eso es lo único que puede hacerte feliz.

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